jueves, 18 de junio de 2015

Tercera Ley de Newton

La Tercera ley de Newton, también conocida como Principio de acción y reacción, establece que: 


Siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo objeto ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta sobre el primero.  Con frecuencia se enuncia como "A cada acción siempre se opone una reacción igual".  En cualquier interacción hay un par de fuerzas de acción y reacción, cuya magnitud es igual y sus direcciones son opuestas. Las fuerzas se dan en pares, lo que significa que el par de fuerzas de acción y reacción forman una interacción entre dos objetos.

Los conocimientos sobre interacciones entre cuerpos son una buena base para estudiar la tercera ley de Newton. La acción de una fuerza sobre un cuerpo no se puede manifestar sin que haya otro cuerpo que la provoque. De esto se deduce que del resultado de una interacción aparecen dos fuerzas, es decir, que las fuerzas se presentan por pares, lo que hace imposible la existencia de una sola fuerza en la naturaleza.
La acción de un objeto sobre otro está siempre acompañada por una reacción del segundo cuerpo sobre el primero. La tercera ley de Newton
indica claramente como se relaciona las fuerzas
en una interacción.



La tercera Ley del Movimiento de Newton es el principio de acción y reacción Este postula que a cada acción corresponde una reacción igual y contraria. Es decir, si un cuerpo A ejerce una acción sobre un cuerpo B, el cuerpo B reacciona y ejerce una fuerza igual y contraria sobre el cuerpo A.
Los cohetes funcionan en base al mismo principio, ya que se aceleran al ejercer una gran fuerza sobre los gases que expulsan. Estos gases ejercen una fuerza igual y opuesta sobre el cohete, lo que finalmente lo hace avanzar.




Cada material, sin importar cuán duro sea, es elástico. Esto hace que al ejercer una fuerza sobre él, este también lo haga.


Una fuerza es una interacción entre una cosa y otra.
 Una carreta se acelera cuando se tira de ella. Un martillo golpea una estaca y la hunde en el suelo. Un cuerpo interactúa con otro. ¿Cuál ejerce la fuerza y cual la recibe? La respuesta de Newton a esto es que ninguna de las fuerzas tienen que identificarse como “las que ejerce” o “las que recibe”; él creía que la naturaleza era simétrica y concluyó que ambos cuerpos se les debe tratar por igual. En el caso del martillo este ejerce una fuerza sobre la estaca, pero se le lleva al reposo en el proceso. La misma fuerza que impulsa a la estaca es la que desacelera al martillo. Tales observaciones condujeron a Newton a su tercera ley, la ley de la acción y la reacción.


Tercera ley de Newton
Siempre que un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, este ejerce una fuerza igual y en sentido opuesto sobre el primero.





La tercera ley de Newton se establece a menudo como sigue: “ A toda acción siempre se opone una reacción igual.” Es importante insistir que las fuerzas de acción y reacción actúan sobre diferentes cuerpos. Nunca actúan sobre el mismo cuerpo.
Las fuerzas de acción y reacción constituyen un par de fuerzas. Las fuerzas siempre ocurren en pares. Nunca existe una fuerza única en ninguna situación.










Aunque las leyes de Newton son la base para el estudio de la Dinámica, presenta ciertas Limitaciones que es importante conocerlas.


Limitaciones de las leyes de Newton

Las leyes de Newton son valederas en los sistemas de referencias inerciales. Las leyes básicas propuestas por Newton tuvieron gran importancia, ya que coronaron con éxito el estudio de un gran número de fenómenos. A sus leyes mecánicas generales, válidas para todos los efectos de la fuerza mecánica, Newton añadió la ley de gravitación que predecía el comportamiento de los planetas y sus satélites.

Ya para finales del siglo XIX, los científicos comenzaron a encontrar algunas cosas que no se podían describir adecuadamente por medio de las leyes de Newton.
 Es decir, la mecánica clásica, también llamada "Mecánica newtoniana" al ser ampliada para la explicación de ciertos cuerpos en movimiento, proporcionaba resultados que no concordaban con las observaciones experimentales. 
Se comprobó que esto sucedía siempre que los cuerpos se movían a velocidades muy grandes. Por lo tanto para velocidades bastante menores a la velocidad de la luz (300000Km/seg), las leyes de Newton no tienen problemas, tales como para describir el movimiento de un avión, la caída de los cuerpos sobre la superficie terrestre, inclusive para describir o predecir el comportamiento de órbitas planetarias o satélites artificiales. Pero en la actualidad se conocen que existen partículas atómicas como, los electrones, protones, entre otros, que llegan alcanzar hasta un 99% de la velocidad de la luz. 
En estos casos la mecánica clásica resulta inadecuada para describir el comportamiento de una partícula. Surge de esta manera la Mecánica relativista para explicar lo que con la mecánica clásica era imposible, le tocó a otro gran genio, Albert Einstein, con su teoría de la relatividad, dar solución a los problemas surgidos con las partículas de altas velocidades.




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